Tras la decisión de un sector de la oposición de participar en los comicios del 25 de mayo se generó una nueva división, la cual a pesar de ser de forma y no de fondo, amenaza con ser duradera.

Por Héctor Antolínez

Todavía no se ha cumplido un año desde que se llevó a cabo la elección presidencial del 28 de julio de 2024, pese a eso si se compara lo que para esa fecha era la oposición venezolana con lo que es hoy en día, las realidades son totalmente distintas. De estar unificada pasó a estar dividida y de tener una fuerte presencia y valoración en la opinión pública pasó a estar minimizada y cuestionada.

Mientras que para algunas personas el liderazgo de María Corina Machado se mantiene incuestionable como la principal referente de la oposición venezolana, esta no es una postura que todos dentro de la oposición acepten, de ahí surgió la decisión por parte de algunos militantes y partidos de romper fila con la Plataforma Unitaria (PUD) para participar en el llamado del CNE a las elecciones del 25 de mayo.

Sin lugar a dudas el nombre de más peso en tomar esta decisión fue Henrique Capriles Radonski, no obstante, sería incorrecto afirmar que sólo él optó por romper con la postura de Machado. Como Capriles, cientos de dirigentes regionales y municipales tomaron la decisión de aspirar a un cargo en la venidera cita electoral.

La división que surgió entonces puede que no haya arrebatado a Machado su rol, todavía indiscutido, pero debilitó a la PUD y generó una nueva fragmentación, una que, a pesar de haberse generado coyunturalmente por la posibilidad  de participar o no el 25M en las elecciones, podría extenderse en el tiempo, mucho más allá de esta fecha.

La decisión de participar y la diferencia de “metodología”

Jesús Bolívar es concejal de Caracas, y para el 25 de mayo competirá por una curul en la Asamblea Nacional por el circuito 2 de la ciudad capital, por las tarjetas de UNICA y Un Nuevo Tiempo. Él es uno de los tantos dirigentes políticos que tomó la decisión de romper con la línea de abstención manifestada por Machado. Sin embargo, no considera que esto lo ubique en una posición de enfrentamiento con la Plataforma Unitaria.

“Yo no diría que la oposición está dividida, hay metodologías distintas, quienes creen que con la abstención pueden llegar al mismo punto que queremos llegar nosotros con la participación. ¿Cuál es ese punto al que queremos llegar? Lograr el cambio político que se expresó el 28 de julio”, explicó Bolívar.

A su juicio, la principal motivación para participar el 25M es su deseo de “acompañar a la gente en la lucha contra los problemas que estaban antes del 28J y que hoy en día se han acrecentado”. Es una postura que lejos de lo que algunos consideran, según él “no busca pasar la página” de lo ocurrido en aquella fecha sino más bien revalidarlo.

“El 28 de julio el país demostró que quiere cambio, hubo un viraje y la gente ya no quiere a los que están en el poder (…) Es cierto que hoy lo popular parece ser el no votar y atrincherarse en redes sociales a disparar a quienes piensen distinto, pero tenemos una responsabilidad con esa gente del 23 de Enero, de El Silencio, de San Martín, que busca una solución a sus problemas. La verdad es que la única forma de hacer eso es desde el poder”, explicó el candidato a diputado.

Al momento de preguntársele nuevamente por la diferencia de posturas sobre las elecciones y el enfrentamiento que ha surgido entre factores opositores, como por ejemplo en el seno de Primero Justicia, Bolívar afirmó que está a la espera de “que quienes llaman a la abstención cambien de postura y que todos juntos usen el voto como herramienta de protesta contra el verdadero enemigo, el que está en Miraflores”.

Él cree que es posible que, independientemente de la diferencia que existe entre posiciones, se pueda lograr una nueva reunificación inclusive luego de la elección, ya que a su juicio, en el fondo el deseo por un cambio en Venezuela se mantiene como un punto en común entre quienes votarán y quienes se abstendrán.

“Nosotros en las posiciones que quedemos vamos a apostar por el cambio. No vamos a normalizar la situación del Gobierno, nosotros sí vamos a apostar a la reinstitucionalización del país y eso implica que funcione la democracia, que los procesos electorales sean verificables y que generen confianza en el elector, separación de poderes, y dar la pelea por los derechos de la gente. Tenemos que luchar por la voz de la gente que pide aumento de salarios, que los servicios funcionen, calidad de vida”, señaló.

Una lectura menos optimista sobre la reunificación

Mientras que hay quienes creen como Jesús Bolívar que la división ocurrida es algo que se puede solventar en el  corto plazo, otras lecturas alertan que esta nueva ruptura no será solo por las elecciones y se extenderá por mucho más tiempo.

Una de las advertencias la hace el politólogo Fernando Spiritto, quien no dudó en señalar que la participación de la “oposición pragmática” es en realidad “un servicio para el Gobierno al ayudarlo a dar la impresión de que estas elecciones son legítimas”.

Para el académico el panorama actual es “un escenario ideal para el chavismo”, que “ha sido muy exitoso al momento de manipular a la oposición en una situación económica tan precaria y con espacios políticos tan controlados” como lo que se aprecia en la actualidad.

Spiritto afirma que parte del deseo de participación de los principales liderazgos opositores que estarán compitiendo el 25M, surge de un rechazo efectivo por la figura de María Corina Machado y el liderazgo que aún representa dentro de la opinión pública venezolana.

“Machado  es la líder efectiva de la oposición, derrotó al Gobierno, y tuvo una conducta muy recta y para algunos factores eso es inaceptable porque su liderazgo, al crecer, hizo disminuir el de ellos (…)  Una gran motivación para participar en las elecciones es justamente un rechazo hacia, por lo que vamos a ver, es una fragmentación opositora por mucho tiempo”, explicó.

Pese a esto, el politólogo fue claro al señalar que esta “oposición pragmática” no es similar a otros sectores que se han vendido como opositores sin serlo realmente. Para él, no se puede colocar en el mismo equipo a Henrique Capriles Radonski y a los llamados “alacranes”.

“Al hablar de la oposición hay que hacer diferencias. Hay contratistas políticos, que se venden a cualquier sector, pero esta oposición pragmática no necesariamente está compuesta por corruptos o traidores. Ellos tal vez piensan que la elección les va a servir para ganar un espacio y posicionarse frente al Gobierno, no al lado, sino al frente y que eventualmente esto pudiera llevar a desplazar al chavismo del poder”, señaló.

Ahora bien, más allá del deseo manifiesto de luchar contra el Gobierno desde los espacios de poder que este sector logre conquistar el 25 de mayo, la perspectiva real de poder enfrentarse al poder ejercido políticamente por la administración de Nicolás Maduro es menos optimista.

“Esta oposición no logrará tener un momentum suficiente para enfrentar o hacer resistencia a Maduro. Podrán tener algunas parcelas de poder, pero serán simplemente espacios de desempeño y de actuación, estarán absolutamente controlados y reducidos”.

“Decir que ellos (la oposición pragmática) van a ser capaces de ejercer una resistencia efectiva es un engaño. La verdad es que más allá de sus buenas intenciones, lo que están haciendo es favorecer al Gobierno al ayudarle a pasar la página de lo ocurrido el 28J”, sentenció.

Independientemente del desempeño que la oposición pragmática tenga el 25 de mayo, para Spiritto es poco probable que la situación política en Venezuela vaya a cambiar. “Lo más seguro es que esto no cambie mucho, vamos a tener más de lo mismo, un Gobierno con poder concentrado, pero que no tendrá una mayor capacidad de relacionarse con otros países. Seguirá siendo un gobierno con baja capacidad de acción y cuyo principal sustento es uno solo: la fuerza”.

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