El pasado sábado 15 de abril, miembros de Creemos Alianza Ciudadana recibieron el Taller de Narrativa Ciudadana en sus respectivos estados, para fungir como multiplicadores de mensajes que empoderen a los venezolanos con miras a la  consecución de un cambio en el país.

Los facilitadores, igualmente integrantes de nuestra plataforma plural, fueron previamente capacitados por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello.

El martes, Creemos Alianza Ciudadana Mérida conmemoró el 19 de abril con una marcha, cuyo clamor principal fue una nueva independencia para Venezuela, “independencia de la tiranía que gobierna”.

“Los ciudadanos somos el gran factor de cambio” es la frase que se leía en la pancarta que portaban los miembros de nuestra plataforma en la actividad, y que constituye uno de los mensajes medulares de la nueva narrativa ciudadana que promovemos para empoderar al venezolano a contribuir con la consecución del país libre y democrático que merecemos.

El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón ofreció una disertación sobre la consolidación de una transición democrática,  en el marco del proyecto Vénesis, espacio ideado por la UCAB, para conversar en torno a 11 temas, así como construir narrativas y materiales didácticos, que permitirán abordar los retos del futuro en Venezuela.

Alarcón detalló que un país es democrático cuando hay una interacción participativa entre los ciudadanos y el Estado, interacción que se manifiesta de distintas maneras (elecciones, consultas). En Venezuela- comentó – cuando ganó Chávez se pasó de una democracia a un régimen híbrido, «que es básicamente un régimen autoritario que trata de parecerse a una democracia», y toma de ella los instrumentos que le resultan útiles para legitimarse en el poder.

Por Luis Ugalde

La votación primaria para elegir libremente un candidato democrático tendrá éxito si sabe soplar con acierto en el rescoldo popular debajo de las cenizas y vuelve a avivar el fuego aparentemente muerto. Estamos convencidos de que ese fuego está vivo, aunque tapado y oprimido. Tiene que renacer del fondo mismo de las aspiraciones y de las virtudes de libertad y solidaridad que constituyen la identidad de la República civil. De aquí a octubre tenemos meses y luego unos años más para que la muerte que hoy domina la política venezolana sea vencida por la llama interior capaz de prender un nuevo fuego democrático.